28 de junio de 2011

A veces es inevitable echar la vista atrás, muchas veces sonríes por lo que ves, otras lloras y en otras tantas te lo reprochas. Cuando sabes que algo bueno está apunto de acabar, siempre miras todo lo que has pasado, ves las cosas buenas, y ves las cosas malas y, aunque parezca una tontería, para ti es importante, te das cuenta de que eso es lo que te hace ser quien eres en ese instante. Piensas en todas esas personas que han estado ahí, las que se marcharon, las que te han visto crecer, las que te han aceptado, las que te han querido y las que te han odiado. También recuerdas las primeras experiencias, los primeros besos, las primeras locuras, las primeras risas, los primeros sueños. Y siempre te afliges con las primeras decepciones, los primeros desamores, las primeras malas notas, las primeras broncas. Escuchas canciones que te transportan a esos momentos, ves fotos y crees que estás allí. Echas en falta esos suspiros, esos momentos, y deseamoss con fuerza despertarte y ver que desde entonces todo es un sueño, pero no lo es, lo comprendes con el tiempo, cuando creces. Tus errores son tuyos, igual que tus alegrías. A veces, solo a veces, es duro volver atrás, pero cuando te das cuenta de lo que has cambiado es cuando necesitas volver a ser esa personita sin preocupaciones, que hacía lo que hacía porque quería, cuando quería y como quería. Pero luego..., luego miras el presente, y te das cuenta de que no estás tan mal, has crecido, has soñado, ganado y perdido, has aprendido, llevas unas cuantas cicatrices, visibles e invisibles y ahí sigues, con una sonrisa, una palabra amable y una mirada maliciosa y agradeces todas esas cosas pequeñas y lejanas en la memoria, abrazas el mundo y te dejas llevar, porque si algo se te ha grabado a fuego, es que el tiempo no espera por nadie y que lo que viene viene, que lo que tenga que venir, vendrá y que pocas cosas son gratis. Pero que todos esos recuerdos, constituyen un tesoro y los tesoros son eternos...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

a little smile